En
respuesta a la interrogante de si se
debe motivar o no a los empleados, la respuesta debe ser afirmativa.
Básicamente por la sencilla razón de que todo ser humano tiene la necesidad de
la auto-realización.
Partiendo
de esta premisa una forma de conseguirlo es promover en los ambientes de
trabajo (más allá de las remuneraciones para motivar a los empleados), la
incorporación de aspectos tales como:
F Tratar
a los empleados como personas:
es de suma
importancia que los trabajadores sean tratados como personas, ya que en el
mundo de hoy tan impersonal, hay una creciente tendencia a tratar a los
empleados como si fueran cifras en las computadoras. Este es un concepto
erróneo puesto que en lo personal, considero que a casi todas las personas les
gusta ser tratadas como individuos.
F Alentar la
participación y la colaboración: los beneficios motivacionales derivados de la sincera
participación del empleado son sin duda muy altos. Pero pese a todos los
beneficios potenciales, considera que siguen existiendo gerentes que hacen poco
para alentar la participación de los trabajadores.
F Ofrecer
retroalimentación (feed-back) precisa y oportuna: a nadie le gusta permanecer a oscuras con
respecto a su propio desempeño. De hecho un juicio de rendimiento negativo
puede ser preferible a ninguno. En esta situación, una persona sabrá lo que
debe hacer para mejorar. La falta de retroalimentación suele producir en el
empleado una frustración que a menudo tiene un efecto negativo en su
rendimiento.
Bibliografía:
DuBrin, A.J. (2008). Relaciones
humanas: comportamiento humano en el trabajo. Naucalpan, México: Pearson
Educación.